Sentir hilvanado
Sentir hilvanado,
costura humana,
lazos de acabado,
y petachos de color.
Eso sí,
la ropa limpia,
como el alma,
que se entristece
con ropajes grises
cosidos a máquina,
remendados con dolor.
Así que,
antes de salivar el hilo
y enebrar la aguja,
preparo el dedal,
y ¡que les zurzan!,
aunque me manden a zurcir.
Sentir hilvanado
de tinta y de luz,
los olores y sabores,
las caricias y sonidos,
te los coso
y los vistes tú.




Comentarios
Publicar un comentario