Despacio


De mi galopar y su ritmo
cansado,
hoy he visto que a trote
se puede llegar,
que el destino
era el mismo,
era el mar...
Y despacio,
ahora el viento
ya es brisa,
y el sofoco,
sonrisa,
queda pues
aprender a trotar,
en el camino de vuelta
que me lleve a tu puerta,
desde el mismo destino,
el mismísimo mar.

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